Los resultados de las investigaciones desarrolladas desde las ciencias sociales y humanas se han constituido, de modo reiterado, en instrumento para legitimar territorialidades construidas desde discursos nacionalistas modernos que tienden a confinar o silenciar trayectorias histórico-culturales pasadas y presentes más complejas. A partir de los debates contemporáneos sobre las nociones de lugar, espacio privado y público, memoria, hábitat o ecosistema es posible analizar y develar otras construcciones de territorio. Para ello, los estudios enmarcados en esta línea, apelan a las perspectivas históricas y culturales a que incorporen no solamente una mirada interdisciplinaria y académica sino que promuevan las construcciones a través del diálogo intercultural.