Colombia La Naturaleza de La Cultura es una muestra cultural que ha sido llevada a cabo en tres diferentes oportunidades; la primera experiencia fue en el año 2011 durante el Festival de Tradiciones Populares (Folklife Festival) del Instituto Smithsonian en la ciudad de Washington D.C., Estados Unidos, una segunda oportunidad fue en Expoartesanías 2012 en Bogotá, Colombia y su última versión se realizó en la ciudad de Santiago de Cali, Colombia en el marco de los Juegos Mundiales 2013. Esta tercera versión tuvo lugar en el Paseo Bolívar de Santiago de Cali. Inició el jueves 25 de julio y fue realizada durante 11 días continuos hasta el domingo 4 de Agosto, en la jornada de 2:00pm a 8:00 pm. Los 11 días de muestra contaron con una programación de 132 talleres, conversatorios y presentaciones en total y alternamente en el espacio de las hojamantas de cada uno de los ecosistemas tuvieron lugar presentaciones, introducciones y demostraciones de oficios y saberes para el público asistente. El  equipo de trabajo de esta versión estuvo encabezado por los grupos de Curaduría, Museografía y Montaje y adicionalmente se contó los grupos de Coordinación y Administración,  Organización logística en Santiago de Cali, delegación del Ministerio de Cultura, Presentadores e intérpretes, Asesores Especialistas en el tema de Música y Cocina, Organizaciones de Sonido, Tarima y Apoyo Logístico.

Colombia la Naturaleza de la Cultura es una muestra viva que da cuenta de diferentes contextos espaciales históricos y ambientales representados en la forma de ecosistemas culturales. La importancia de los participantes es que son portadores de un conjunto de prácticas y saberes culturales que tienen la fuerza y capacidad de dar cuenta de un ecosistema. Este concepto general de la muestra ha sido siempre el eje conductor desde el cual se determinan la continuidades o transformaciones que se puedan implementar a la muestra. Para su realización en Cali, fue necesario que la muestra cultural tuviese una organización y preparación específica en relación con su planeación logística y con la elaboración de su diseño general, esta labor fue asumida por el equipo de Curaduría, quienes basados en la evaluación de las experiencias anteriores y basándose en las condiciones de esta nueva oportunidad, definieron los límites y alcances que tendría la muestra en esta ciudad y delimitaron las particularidades en relación con temas como los contenidos de la muestra, las adecuaciones a los ecosistemas, los participantes, la ubicación, organización espacial, entre otros.

Por otra parte, en cuanto al contenido y al concepto de la muestra, ésta tuvo algunos cambios como por ejemplo la integración de los participantes de contextos metropolitanos a los ecosistemas culturales: Bogotá se adhirió al Altiplano Andino, Medellín al Eje Cafetero y Cali a la Costa Pacífica. Otro factor importante en esta versión fue la experiencia que se tuvo a partir de la incursión de nuevos participantes, lo cual enriqueció la muestra en tanto proporcionó nuevos temas para las presentaciones, conversatorios y talleres y también permitió vislumbrar formas alternativas o enfoques que se les podría dar a los mismos, teniendo en cuenta las nuevas propuestas e iniciativas, las formas de trabajo y las experiencias personales de los 100 participantes. El objetivo de los talleres, conversatorios y presentaciones fue promover y revelar el diálogo y la reflexión sobre el sentido de las manifestaciones culturales ancladas a los diferentes contextos históricos y geográficos de cada ecosistema cultural, representadas en los participantes, en sus tradiciones, saberes, oficios y materias primas. La programación de la muestra cultural abre también los espacios para el aprendizaje, el entretenimiento y los posibles diálogos entre los otros participantes y sus ecosistemas, oficios, tecnologías etc.

El concepto general de la muestra cuenta con tres componentes que caracterizan su unicidad y particularidad: su carácter pedagógico, lúdico y reflexivo. El carácter pedagógico de la muestra reitera la importancia de concebir la muestra como un espacio de aprendizaje no sólo experimentado por los asistentes externos, sino al interior de la muestra por parte de todo el equipo de trabajo que experimenta procesos de enseñanza y aprendizaje a través del diálogo y la interacción de saberes. Esta muestra cultural es una oportunidad rica para aprender sobre el país, de ahí la importancia de que sea proyectada desde una perspectiva pedagógica que enmarque las presentaciones dentro de los temas, las problemáticas y las relaciones con la biodiversidad colombiana, el contexto geográfico e histórico, la tradición, el saber de los oficios.  Por su parte el carácter lúdico le da fuerza y emoción a la muestra, en tanto la diversión y el entretenimiento hace parte fundamental en el éxito de la misma. El espacio para el disfrute y la emoción siempre deben tener lugar en el desarrollo de la muestra, para sus participantes y para el púbico asistente, fortalece, dinamiza y enriquece la integración entre las personas. Por su parte el carácter reflexivo de la muestra no puede ser dejado de lado y ha de ser un objetivo de los presentadores y participantes hacer que las presentaciones sean oportunidades para promover y general en los asistentes el diálogo y reflexión en torno a la realidad cultural y diversa de Colombia.