Investigadores Asociados: Ingrid Díaz, Nataly Díaz, María Fernanda Cristancho, Adrián Sabogal

La Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, en convenio con la Fundación Erigaie, realizó el Tercer Encuentro Intercultural de Bogotá, que convocó a participantes de las dos ediciones anteriores y nuevos invitados, reuniendo así a 110 representantes de comunidades de distintos grupos indígenas (Embera, Huitoto, Inga, Kamsá, Misak, Nasa, Waunan, Wayuu y Yukuna) afrocolombianos, rrom, raizales, palenqueros, LGBTI, población con discapacidad, adultos mayores y campesinos. Los representantes de estas comunidades étnicas y grupos sociales se reunieron nuevamente no solo para dar continuidad a los espacios participativos de dialogo e intercambio horizontal de sus prácticas y saberes, también para consolidar las propuestas construidas colectivamente por los sectores, generando reflexiones conjuntas sobre las dinámicas propias de la interculturalidad. Posicionando este evento como un espacio de apropiación y reconocimiento de la diversidad e integración de los distintos grupos poblacionales, como una forma de contribuir a la construcción de una cultura democrática para la convivencia ciudadana en el distrito capital.

La tercera versión se llevó a cabo entre el 10 y el 12 de octubre de 2015 en las instalaciones del Parque de los Novios. Una vez más el Encuentro se desarrolló en torno al concepto curatorial de los Núcleos de memoria compartida, que definen los ejes temáticos del encuentro, sobre los cuales cada uno de los participantes se organizan en función de sus diferentes prácticas y saberes.

Es importante destacar de estos espacios de memoria compartida que, si bien la estructura del evento se centraba en cada uno de los conversatorios propuestos para los núcleos de memoria, esto permitió, al estar concentrados en un mismo espacio, la constante interacción entre las diversas comunidades, que los participantes se encontraran con representantes que tienen oficios o saberes similares, pero que provienen y se enmarcan en universos culturales distintos. A su vez propició la realización de algunas de sus prácticas cotidianas como los juegos de parqués y dominó entre los miembros de las comunidades Afro, o el tejido entre las distintas comunidades indígenas o crear todo un ambiente festivo con la fusión de instrumentos, música, baile y canto que generaban en conjunto todos los músicos.

Adicionalmente, durante el desarrollo del Encuentro, se realizaron conversatorios entre diversos participantes en torno a temas compartidos, como preparaciones o técnicas culinarias, oficios (como la fabricación de cestos, vasijas, collares, tejidos), conocimientos (medicina tradicional, música, lengua), y procesos y experiencias en la ciudad (discriminación y segregación, educación, recuperación de memoria, emprendimiento).

De esta manera se dio fomento y reconocimiento a la interculturalidad, demostrando que  algunas manifestaciones, más allá de ser expresiones de excepcionalidad de un grupo particular, favorecen el intercambio, el diálogo y la valoración de la diversidad cultural y de la creatividad humana. En ese sentido, el encuentro intercultural abre oportunidades concretas y específicas de relacionarse con otros procesos que favorezcan la integración y la convivencia ciudadana. Esa posibilidad de aprender de otras experiencias enriqueció los espacios y facilito la interculturalidad entendida como esa posibilidad de ser y estar a partir de muchos saberes que unidos, abren oportunidades para el fortalecimiento individual y colectivo de los diferentes grupos étnicos y sociales que habitan en Bogotá.